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lunes, 28 de abril de 2014

55-0724 Espíritus Seductores

La Palabra De Dios Vino Al Profeta
William Marrion Branham

Somos depositarios de un Mensaje que tiene como única finalidad preparar a los creyentes en Cristo Jesús de estos tiempos finales de la Humanidad, para salir al encuentro del Señor Jesucristo en su Segunda Venida.
Creemos firmemente, que Dios nos dio un Profeta según Su promesa dada por Malaquías 4:5-6, “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día del Señor, grande y terrible. (vs.6) Él hará volver a los hijos (de este día) a la Fe original de los Padres, esos es los apóstoles.
Cada vez que Dios ha revelado su Palabra, lo ha hecho a través de un profeta (Amós 3:7)
Dios no envía un profeta cuando todo anda bien, sino cuando dentro del pueblo existen cosas torcidas que deben ser arregladas. El sabía que se llegaría a este estado de conformismo mundano que hoy estamos viendo; por lo tanto, anunció que vendría un tiempo en el cual restauraría todas las cosas, antes del rapto (Hechos 3:21). También prometió que llevaría a cabo esta restauración por medio del profeta Elías (Mateos 17:11).

“Espíritus Seductores Contra La Palabra De Dios”

No condenen al pecador. Tengan misericordia de él. Dejen que siga y fume su pipa, dejen que beba su licor, dejen que tenga su fiesta de naipes. Ese es su placer. No lo culpen. Llega a casa y todo, cansado y agotado, él quiere algún placer. La cosa que Uds. deben hacer es vivir una vida tan piadosa que Uds. puedan probarle a él que el Evangelio tiene diez mil veces más diversión que esa. Y si él muere en ese estado, él se irá al Infierno, por causa de su licor. Esa es la embriaguez del Diablo. Si él muere chupando esa pipa, Dios es su Juez. Si él muere saliendo aquí, bailando, y corriendo alrededor con ropas inmorales puestas, Dios es su Juez.
Pero hay una cosa, si uno muere bajo el Poder ungidor del Espíritu Santo, como Esteban murió cuando él miró arriba al rostro de Dios, dijo: “Yo veo los Cielos abiertos, y a Jesús que está a la diestra”, uno va con destino al Cielo, como un vencejo a su nido. Amén.
¡Espíritus seductores contra la Palabra de Dios! Suéltense, ríndanse. “¿Cómo lo hace uno, Hermano Branham?” Sólo ríndanse. Eso es todo lo que tienen que hacer. Tomen la Palabra de Dios. No traten de fabricar nada. No vayan al altar, a golpear sobre él, y a gritar: “¡Oh Dios, dame el Espíritu Santo! ¡Señor, dame el Espíritu Santo!” El no va a venir, porque Uds. Estén golpeando sobre ese altar. Eso no hace ningún bien. No. Esa no es la manera en que El viene. ¡Es, tomándolo a El en Su Palabra!
Miren a Pedro. Pedro estaba en una terrible, parecía como que él iba a morir. Y él vio al Señor venir, caminando sobre el agua Y él dijo; “Señor, si ese eres Tú, manda que yo vaya”
El Señor dijo: “Ven”.
Ahora ¿dijo Pedro: “Ahora espera un momento, Señor, déjame ir a ayunar cuarenta días, para ver si yo puedo caminar sobre esa agua, o no. Oh Señor, déjame tener suficiente Espíritu en mí, que yo pueda danzar en el Espíritu y hablar en lenguas, en este barco, entonces yo puedo salir”? ¡No, señor! El tomó a Dios en Su Palabra, suéltense y ríndanse. Dios lo sacó adelante.
¿Qué si Dios se encontró con Moisés, y El dijo: “Moisés, desciende allá a Egipto, y dile a Faraón: ‘Deja ir a mi pueblo’”? ¿Qué si Moisés dijo: “Déjame ir a ayunar cuarenta días, primero, y ver si tengo suficiente fe para obedecerte, Dios. Dame algo, alguna u otra cosa Señor. Déjame decirte algo, primero, déjame ver si entro en el Espíritu”? Moisés nunca hizo preguntas, él sólo tomó a Dios en Su Palabra, y se fue. De esa manera lo tienen que hacer Uds,, tomen a Dios en Su Palabra. Entonces Uds. sabrán que serán capaces de hacerlo. El no esperó a que algo más sucediera, él sólo siguió adelante y lo hizo.
¿Qué acerca de Elías, cuando él descendió del Monte Carmelo, habiendo estado allí por mucho tiempo? Y él encontró una pobre mujer viuda, ella era una…ella era una extranjera, una Gentil. Y cuando él se encontró con ella allá, ella estaba recogiendo algunos leños, en el patio. Y Dios le dijo a él: “Ve a la casa de esa viuda”. ¡Qué lugar para que fuera el predicador!
Ahí va él allá a la casa de la viuda. Y cuando ella lo hizo, ella tenia dos leños. Dijo: “¿Qué está haciendo Ud.?”
Dijo: “Recogiendo algunos leños. Yo sólo tengo suficiente harina para hacer un par de tortas de maíz. Eso es todo lo que me queda. Ya han pasado tres años desde que llovió”. Y dijo: “Luego yo voy a hacer estas tortas de maíz. Y yo y mi muchacho vamos a comérnoslas, y nos dejaremos morir”.
El dijo: “¡Hazme una primero!” ¡Aleluya! Oh, yo—yo sé que estoy un poquito loco, pero estoy del lado del Señor, de todas maneras. Dijo: “¡Hazme una primero! Porque ¡ASI DICE EL SEÑOR!" Allí lo tienen.
¿Qué es? “¡Buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia!” No el Reino de Dios y “un poquito de ruido”, no el Reino de Dios y “una pequeña emoción”, no el Reino de Dios y “un poquito de esto o aquello”. Pero; “¡Dios, en Su justicia, y todas estas otras cosas os serán añadidas!” ¡Ponerlo primero!
Ahora, esa viuda tenía eso. Fe es por el oír, el oír, por la Palabra. Ella dijo: “Esa es la Palabra del Señor, porque ese es un hombre santo de Dios. Ese es el profeta de Dios, y yo sé que es la verdad. Y esa es la Palabra de Dios”.
Ahora, ella no corrió al otro lado para pregóntarle a os vecinos cómo hacerlo. Ella no quería ir para compartir su…y decirle a los vecinos, dijo: “Ahora ¿qué piensan Uds.? El predicador está en mi casa diciendo esto. Susie, ¿qué piensas acerca de esto?”.
Ella entró, empezó a vaciar. Ella se rindió. Ella rindió o que ella tenía, para poder obtener más. Eso es lo que el mundo necesita hoy, es un buen rendimiento chapado a la antigua de lo que Uds. tienen. ¡Aleluya!. Ella vació, para que ella pudiera ser llenada. Ella vació todo el aceite que tenía, y todo el aceite que tenía y toda la harina que tenía, para el predicador, para el Reino de Dios. Y cuando ella lo vació todo allí adentro,
Dios descendió, llenó la tinaja de harina, llenó la jarra del aceite. Ella la vació otra vez en el plato del predicador, y El descendió, la llenó otra vez. El vertió adentro. Cada vez que ella vació, El llenó.
Yo diré que hoy en día, si un hombre vacía toda esta tontería de comportarse y personificar Cristianismo, y deja que el Espíritu Santo tome Su lugar, un avivamiento empezará en la calle Octava y la Penn que recorrerá todo el país. Dejen las tonterías, regresen a la Palabra de Dios. Vacíense, para que puedan ser llenados. Ríndanse Uds., y Dios dejará que venga. Uds. vacíense, Dios llenará. Todas las cosas insignificantes, que, “Ud. tiene que hacer esto, y Ud. tiene que hacer aquello, Ud. debería hacer esto, Ud. debería hacer aquello". ¡Olvídenlo! ¡Échenlo fuera de sus almas!
Digan: “Dios, permíteme desde esto completa-mente… este día, ser completamente Tuyo. Señor, vengo con un corazón quebrantado. Yo vengo con un espíritu contrito. Yo te amo, y Tú sabes que te amo. Yo quiero olvidar toda esta insensatez de todos estos ayunos de cuarenta días y ver si puedo acercarme más a Dios, y todo esto, aquello, lo otro. todas estas tonterías. Dejen eso! No hay nada en la Palabra que les diga que hagan un ayuno de cuarenta días. Ni una sola cosa. No hay nada en el mundo diciéndoles que ayunen, a menos que Dios les dijera. Si Uds. Ayunan, no van a tener hambre, y pasar por todas esas cosas. Mientras Uds. están ayunando, hermano no, Uds. estarán gozosos y contentos todo el tiempo. Dijo: “No se presenten ante los hombres como lo hacen los hipócritas, con una cara larga y triste. ‘Estoy en un ayuno de cuarenta días, mis placas ya no me quedan. He perdido treinta libras [Trece kilos y medio—Traductor], y ellos me dijeron que me miraría mejor después de que esto termine’”. ¡Oh, tonterías! Son espíritus seductores del Diablo.
Llegan al altar, y dicen “gloria, gloria, gloria” hasta que no pueden decir algo más, y dicen: “Uds. tienen que hablar en lenguas antes de que reciban el Espíritu Santo”. ¡Tonterías! ¡Échenlo fuera!
¡Saquen eso de su sistema y vengan en base a la Palabra de Dios! El dijo: “Arrepentios, cada uno de vosotros, y bautizaos en el Nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Si Dios no cumple Su Palabra El no es Dios. Amén ¡Vacíense! ¡Sean llenados! Amén. ¡Fuiu! Yo amo eso, esa es Su Palabra. Dios así lo dijo, Eso es correcto. Y cuando Dios lo dijo, Dios tendrá cuidado de ello. Muy bien Todas las preparaciones que Uds. hacen, todo el ir a la iglesia que Uds. hacen…Es así como aquí abajo en la fábrica de carros donde ellos constru-yen un gran montón de carros de carga, o un gran montón de carros de pasajeros. Yo solía trabajar allí. Y ellos toman y construyen sus grandes vagones y todo, y le ponen madera dura, le incrustan caoba todo alrededor, y todo tan hermoso, lo colocaban allá afuera en la vía, y estaba tan muerto como un clavo de puerta. Allí está la máquina sin va-por en ella, ella sólo está allí.
Lo que necesita hoy es un poco de fuego en la caldera. Lo que necesita hoy es un poco de vapor. Lo que necesita hoy, la iglesia, para hervir…La cosa hirviente más caliente que hay para sacar el pecado de sus vidas hirviéndolos, es el amor ¿Y si Uds. no pueden amarse los unos a los otros, cómo van a amar a Dios a Quien no han visto? El amor cubre multitud de pecados. Enamórense de Dios, entonces Uds. se amarán el uno al otro, entonces Uds, amarán la iglesia, Uds amarán la Causa, amarán todo lo que es santo, y se mantendrán lejos de las cosas del mundo.
Espíritus seductores andan alrededor diciendole a la gente esto, aquello o lo otro, “Ellos tienen que hacer esto, ellos tienen que hacer aquello”. Es porque denominaciones se han levantado, y tienen una pequeña revelación que dicen: “Bueno, ahora, yo creo que un hombre…Yo creo en tal cosa como gritar, en la Biblia”. Eso es correcto, esa es la verdad. Ellos hicieron una denominación de ello: “Cuando Uds. gritan. Uds. lo han recibido”. Pero Uds. no lo han recibido.
La siguiente que se levantó, dice: “Hablar en lenguas”. Eso es correcto, eso está en la Biblia. “Pero cuando Uds. hablan en lenguas Uds. lo tie-nen”. Pero muchos de ellos hablaron en lenguas y no lo tenían. ¿Ven? Eso no es. No señor.
Muchos de ellos dijeron; “Bueno, tenemos que profetizar”.
Miren a estos profetas aquí con cuernos sobre su cabeza, saltando de arriba abajo y profetizando. Y Micaías dijo: “Uds., cada uno, están mintiendo”. Amén. Correcto. Dios no viene así Dios viene al corazón sincero que viene con un espíritu contrito y quebrantado. “El que va andando sembrando con lágrimas sin duda volverá con regocijo, trayendo preciosas gavillas”. Amén. Enmiende eso amigo.

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