Búsqueda

El Mensaje de Gracia

Nosotros matamos al Hijo de Dios con nuestros pecados. Eramos ajenos, sucios, mugrosos, tirados en las celdas del mundo. Dios nos lavó por la Sangre de Su Hijo y nos limpió y nos puso el manto del Espíritu Santo.

El Profeta del Siglo XX

Cada vez que Dios ha revelado su Palabra, lo ha hecho a través de un profeta (Amós 3:7) Dios no envía un profeta cuando todo anda bien, sino cuando dentro del pueblo existen cosas torcidas que deben ser arregladas.

El Mensaje

Escuche parte de los más de 1100 sermones del Hermano William Marrion Branham

Música

Saben, cantar da valor. Saben esto, ¿verdad? Los soldados, cuando entran a la batalla, ¿saben lo que hacen?

Jesucristo el Gran Sanador

Mas El herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre El; y por su llaga fuimos nosotros curados.

sábado, 27 de enero de 2024

¿Estás preparado para la muerte?

 


Salmos 39:4-6

Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy. He aquí, diste a mis días término corto, Y mi edad es como nada delante de ti; Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.

Hace un tiempo habia un joven que pensaba que el ser un Cristiano era más para las mujeres y para los débiles. 

Llegó a ser un un cocinero muy experto en mi oficio y le entró un gran deseo de viajar hacia Canadá.

Entonces un cierto día llegó muy al norte y se encontró con un campamento de leñadores donde estaban cortando madera para pulpa para convertirla en papel. Como ya no tenía dinero habla con al capataz: 

- ¿No necesitan un cocinero?, preguntó. El le contó de todas las recomendaciones que traía de todos los lugares donde él había sido un tremendo cocinero.

Y el capataz le dijo: 

- Por ahora tenemos una cocinera, sin embargo, para que puedas tener para viajar te podemos ayudar. Tenemos una mujer anciana de color, la cual es una cocinera muy buena. Ve habla con ella, quizás te pueda emplear como ayudante.

Y el joven con eso estuvo satisfecho y aceptó el trabajo. Fue a la cocina y se entrevistó con la anciana y la ayudó por unos dos o tres días.

Luego una noche estaba acostado y asi seguido veía algo que brillaba sobre la pared. Luego pensó que quizás era alguien afuera con una linterna, pero al poco tiempo escuchó un rugido muy profundo y era un trueno lejano. Afuera escuchó las voces de unos que estaban hablando y decían: 

- Conviene que regresemos a los caballos para cuidarlos porque es muy posible que no estemos aquí mucho tiempo.

El entendió por su conversación que una gran tormenta se estaba aproximando, atravesando las montañas.

En un momento escuchó al jefe dwcir: 

- Muchachos, es muy posible que dentro de poco tiempo no estemos vivos. Eso suena como un tornado muy terrible.

Entonces el joven pensó: “Pues ojalá no pegue aquí, porque yo sé que no estoy listo para morir.”

Entonces el viento comenzó a soplar y mecer la copa de los árboles. De pronto la anciana le dijo al muchacho:

- Ven acá yo tengo una linterna. El fue de inmediato. La anciana le preguntó:

- ¿Estás tú listo para encontrarte con el Señor?. Entonces el joven se asusttó aun más. Le respondió: 

- No señora, no estoy listo. Ella le dijo: 

- Querido, quiero decirte algo: conviene que te prepares ahora mismo porque posiblemente tengas que econtrarte con El en unos instantes y ni estas preparado. ¿Puedes incarte conmigo aquí mismo? 

Allí se arrodillaron los dos. El joven estaba demasiado atemorizado para poder orar. Comenzaba a decir: ‘Señor, ten misericordia…’ Y de repente caia un relámpago. Luego, a ver ¿dónde estaba? ‘Señor, ten misericordia…’ Y de repente otro relámpago. En eso vió a la ancianita tan tranquila y contenta como si nada estuviera sucediendo. Ella habló con el Señor como si lo hubiera conocido desde pequeña, le hablaba como si fuera su padre o su madre. Ella no estaba nada de asustada. 

Al fin el joven pudo hablar estas palabras, dije: ‘Señor si permites que yo viva, yo buscaré un lugar donde no esté haciendo tanto ruido y allí me entregaré a Ti."

La tormenta pasó sin que les hiciera algún daño y a él le fue concedido otra oportunidad.

Estimado lector recuerde que quizás para usted no sea así. ¿Está listo para encontrarse con el Creador?

Cuando los juicios de Dios comiencen a ser vaciadas sobre la tierra, entonces no habrá más oportunidad. 

Uated está experimentando su oportunidad ahora mismo. Esto ahora es su oportunidad. (Adaptación del fragmento del sermón titulado 60-0229 La Tempestad que se Aproxima)


Efesios 5:15-17

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.